Los Telegramas del Sábado. Jornada 24, 2016-17
El partido entre Barça y Madrid va a eclipsar los otros enfrentamientos que nos depara esta jornada. Es algo normal, pero, aunque siempre es bueno verlo por lo que representa y ha representado hasta hace poco, este partido no va a ser lo que todos siempre hemos pensado. Si hace dos jornadas el Barça se enfrentaba al segundo clasificado de Euroliga, el CSKA, para ponerse frente al espejo y darse cuenta de que su imagen no tiene nada que ver con lo que fue, incluso en los peores momentos con Pascual, aquellos en los que la afición se encomendaba a la esperanza, hoy plantearse un Madrid – Barça en el WiZink Center va a ser un suplicio para los barcelonistas y una fiesta para los madridistas.
Dada la deriva barcelonista, solo la piedad, con la que los jugadores madridistas afronten el partido, salvará a los de Bartzokas de la quema. Como si de un auto de fe se tratase, el partido solo puede señalar a un culpable desde el punto de vista meramente intelectual. Bartzokas manifestaba hace poco que “era la temporada más difícil de su vida”, sin embargo, por lo que se observa en sus declaraciones, parece que él es el único al que la temporada no le cuadra, algo que también les sucede a los aficionados y a muchos de los jugadores. Algo que quizás tenga mucho que ver con la filosofía que vino a implantar desde el principio al equipo. Suyas son estas declaraciones: “Sabía exactamente que tendríamos una temporada muy difícil porque el basket europeo va hacia la capacidad atlética de los equipos y el Barça no ha estado a este nivel durante las últimas dos o tres temporadas. Esto se demuestra en los equipos que llegan a la Final Four cada temporada. El basket va hacia la versatilidad, hacia los pívots con movilidad, y nuestro equipo no es así”, en las que muestra abiertamente que su estilo de juego pasaba por implementar la NBA en el equipo azulgrana, aunque para ello tuviera que sacrificar alfiles tan eficaces como Tomic cuando juega en la posición correcta. Es lo que sucede cuando ves demasiada NBA por la tele, que al final te lo crees y dices que si lo hacen ellos, nosotros también, aunque para ello tenga que pasar a ese barquito chiquito que esta dentro de una botella, y que adorna muchas de las estanterias de este pais, por el único agujero que tiene la misma con los mástiles desplegados, algo imposible. Bartzokas vino para ser el referente de ese baloncesto moderno de la NBA, que solo gusta realmente a aquellos que no han visto otro baloncesto. Es un problema de ego y de no haber sabido magnificar los recursos adaptándose a lo que se tiene, en vez de adaptar lo que se tiene a una idea peregrina, condenada al fracaso por la forma física de los jugadores europeos y sus estilos historicos de entrenamiento. La solución a este conflicto solo pasa por romper este nudo gordiano de forma tajante: o se va Bartzokas o se va la plantilla, porque unos no quieren entrar en la botella con los mástiles desplegados y el otro no para de empujarlos hacia dentro.
En el otro lado, el respeto que merece el entrenador del equipo merengue no parece que haya sido reivindicado por nadie hasta el momento con toda la fuerza necesaria. Acostumbrados a que sean los jugadores los que acumulen portadas y artículos, la labor de Pablo laso es muy difícil de catalogar y de encuadrar. Es como cuando ves jugar a Nadal al tenis y piensas que es tan facil que lo vas a hacer igual a poco que entrenes, mas tarde, tras una hora de peloteo en la pista, te das cuenta de que la realidad es muy diferente. Solo los títulos, tan innumerables, hablan con intensidad y respeto de este coach, al que nadie se ha parado a reivindicar a fondo su trabajo, algo que debería ser estudiado de forma exhaustiva en las escuelas de management. Si Pat Riley o Phil Jackson o Steve Kerr o cualquier otro entrenador que tenga vitola de ganador y de saber gestionar grupos es llamado por las universidades más punteras para que den charlas sobre la forma en la que han gestionado a su grupo humano a lo largo de la temporada, Pablo Laso debería ser llamado por ellas para hacer lo mismo. Laso gestiona su grupo de una forma eficiente y eficaz, pero hay algo más. Hay detrás una administración, una maximización de recursos basada en la tan consabida rotación, hay una forma de establecer jerarquías y hay una forma de adaptar los jugadores a la idea plasmada en el papel para replantearlo todo y, haciendo del papel una bola y tirandola a la papelera, hacer lo contrario, adaptar la idea a los jugadores.
Puesto que este Madrid – Barça, no le llamemos clásico, por favor, inventemos otro nombre, que eso es de otra guerra, se presenta con dos equipos con filosofías tan diametralmente opuestas, el partido será un reflejo de lo que fue el Barça – CSKA, pero con una premisa puesta en la mente de Bartzokas: Que no se hagan muchas faltas para que el suplicio acabe lo antes posible, en este acto de fe que pondrá a prueba de nuevo a la capacidad del aficionado barcelonista para resistirlo todo.
En el apartado televisivo-multimedia: Francisco Roca ha comentado esta semana en una entrevista que lo que importa es la activación y no la audiencia. Dada la poca que hay viendo los partidos, debería plantearse hacer publicidad sexista como la que hace el Bayern para promocionar los encuentros y colgarla en internet para conseguir la activación tan deseada… en todas sus formas. Veremos los resultados de audiencia de este Madrid – Barça, si es que los dan. Bueno, los daran para sacar pecho.
Dos partidos el sábado y los demás el domingo. Descansa RETAbet Bilbao Basket.
El sábado:
Valencia Basket Club – Montakit Fuenlabrada: a las 19.00. Superada la eliminatoria en Eurocup, el Valencia se enfrenta esta semana al mayor hueso que hay en esta competicion, el Hapoel de Amare Stoudemire. ¿El Fuenlabrada aprovechará un posible bajón o cambio de juego del Valencia? No parece posible, pero nunca se sabe. Fundamental.
Tecnyconta Zaragoza – Rio Natura Monbus Obradoiro: a las 20.00. Los maños presentan nuevo entrenador y el Obradoiro no hace más que suplir lesionados. Partido a observar por los cambios introducidos. Interesante de momento. Fundamental.
El domingo a las 12.30:
ICL Manresa – Baskonia: Manresa brindó un soberbio espectáculo, muy por encima de sus posibilidades, frente a Andorra la semana pasada, pero Baskonia es mucho rival y viene de ganar a Fenerbahçe en su casa. Tal vez se relajen y salte la sorpresa. Pendientes del resultado.
UCAM Murcia CB – MoraBanc Andorra: visto como se desenvolvió UCAM frente al Barça y ahora que ya no tienen jornada europea puede que empiecen a centrarse y empiecen a jugar. Sin embargo, les falta un jugador muy sólido atrás que supla a Faverani. MoraBanc se relajó ante Manresa y habrá que ver si solo fue una pájara o es su bajón tras la Copa. Fundamental.
Real Betis Energía Plus – Herbalife Gran Canaria: los canarios vengaron con Obradoiro su eliminación de Eurocup, pero el Betis será otro cantar en Sevilla. Partido abierto a todas las posibles interpretaciones en las que destaca, sobre todo, la posición: duodécimo contra séptimo. Fundamental.
Movistar Estudiantes – Iberostar Tenerife: ¿a quién le amarga un dulce? Es tal diferencia entre ambos que las opciones de Estudiantes solo pasan por la sorpresa o la relajación tinerfeña. Optemos por la sorpresa como forma de ver un partido único, aunque veremos cuánto dura. Pendientes del resultado.
Unicaja – Divina Seguros Joventut: Unicaja se fue a Múnich sin tener el billete de ida reservado, pero llegó a tiempo y convenció en el partido más serio que se les recuerda. Ahora hay de nuevo eliminatorias y parece como si este partido les sobrase en su concentración. Sexto contra decimoquinto. Pendientes del resultado.
El domingo a las 18.00.
Real Madrid – FC Barcelona Lassa: enfrentamiento que tiene más historia detrás que baloncesto dada la deriva del juego blaugrana. La clasificación es clara y no hay que tener remordimientos al calificarlo porque lo que es, es, y no da para más: pendientes del resultado si eres del Barça e indispensable si eres del Madrid.
Orofino33
En twitter @orofinosincausa
