Hoy vamos a hablar de quizás uno de los grandes robos producidos en el draft de la NBA, un robo porque nuestro protagonista fue nº 1 de la SEGUNDA ronda del draft de 1964, siendo robado por los New York Knicks que fue el único equipo en sus 10 años de carrera de Willis Reed.

10 años en los que promedio “solamente” 18.7  puntos, 12.9 rebotes, 1.8 asistencias, 0.6 robos y 1.1 tapones por partido, todo eso saliendo desde la segunda ronda del draft, sin duda un robo a mano armada el que perpetraron los de la gran manzana en ese draft de 1964 que incluso ha sido elegido como uno de los 50 mejores jugadores de la historia de la NBA

Nacido el 25 de junio de 1942 en Bernice, Lousiana Willis Reed era un jugador de 206 de altura y unos 109 kg de peso (aproximadamente).

Willis Reed empezó a jugar en High School, en concreto en West Side High School situada en Lilie, Lousiana y de ahí paso a la Grambling State University, (una universidad histórica por ser considerada un black collage, que eran instituciones educacionales americanas dedicadas principalmente a los afroamericanos).

En la Universidad los números de Willis Reed fueron demoledores, sumando más de 2000 puntos (2280) y consiguiendo en su año senior unos promedios de 26.6 puntos y 21.3 rebotes, Willis Reed lidero los tigers a un título de la NAIA y a tres campeonatos de la Southwestern Athletic Conference.

Pese a eso la Grambling State University no es una universidad excesivamente conocida y es por ello por lo que Willis Reed paso desapercibido para la mayoría de franquicias de la NBA y solo se fijaron en su potencial los New York Knicks que lo elegían en la segunda ronda del draft de 1964.

Lo cierto es que el impacto de Willis Reed en el equipo de la gran manzana fue inmediato, y por ejemplo en marzo del 65, en un partido ante Los Angeles Lakers se marcaba un récord de 46 puntos anotados, segunda máxima anotación de un rookie de los Knicks, esa temporada acabaría séptimo en la lista de anotadores con 19.5 puntos a los que sumo 14.7 rebotes, 1.7 asistencias…algo que no está nada mal para un rookie y que obviamente le llevo a conquistar el título de rookie del año en la NBA y a ser escogido en el primer equipo de rookies de esa temporada.

La segunda temporada sus números bajaron un pelín quedándose en 15.5 puntos y 11.6 rebotes para en la tercera dispararse hasta los 20.9 puntos, 14.6 rebotes por partido.

Su mejor temporada a nivel de números quizás fuera la 69-70 donde se encaramo hasta los 21.7 puntos y 13.9 rebotes por noche.

En 10 temporadas en los Knicks Willis Reed consiguió disputar 7 playoff, con unos promedios de 17.4 puntos, 10.3 rebotes, 1.9 asistencias y que le llevo a él y a los Knicks a conquistar dos anillos de campeón de la competición (1970 y 1973) siendo nuestro protagonista MVP de ambas finales.

Si miramos su palmarés este espanta, porque está plagado de títulos y reconocimientos personales:

• 2× NBA champion(1970, 1973)
• 2× NBA Finals MVP(1970, 1973)
• NBA Most Valuable Player(1970)
• 7× NBA All-Star(1965–1971)
• NBA All-Star Game MVP(1970)
• All-NBA First Team(1970)
• 4× All-NBA Second Team(1967–1969, 1971)
• NBA All-Defensive First Team(1970)
• NBA Rookie of the Year(1965)
• NBA 50th Anniversary All-Time Team
• 19 retirado por los Knicks
• Miembro del Hall of Fame
• Miembro del collage hall of fame

A todo esto, habría que sumar también que consiguió medallas con la selección americana en concreto:

• Oro en los panamericanos de Sao Paulo 1963
• Plata en el mundial Fiba de Rio de Janeiro 1963

Tras retirarse Willis Reed entreno a su equipo, los Knicks, en el que estaría temporada y media, de ahí paso a ser entrenador asistente de la Universidad de St. John’s y luego entrenador jefe de su universidad, la Universidad de Creighton (81 – 85), volvió en 1987 a la NBA para ser el head coach de los New Jersey Nets, equipo en el que estaría durante dos temporadas.

¿Qué hacía de Willis Reed un jugador tan especial? ¿Qué sabía hacer?

Willis Reed era un jugador con una potencia física tremenda, una potencia a la que unía una excelente técnica individual, era capaz de dominar el poste bajo, pero también de abrirse y tirar desde 4-5 metros o incluso atacar desde el dribling, es decir dominaba tanto cerca como desde la media distancia.

Willis Reed era en ataque un jugador muy complicado de defender, y es por ello por lo que recibía muchas faltas, algo que aprovechaba para sumar ya que tenía un correcto 74.7% de acierto desde la línea de personal.

A todos sus talentos ofensivos habría que sumarle una capacidad innata para el rebote (en ambos aros) y una capacidad para defender inmensa.

Tenía además una capacidad de liderazgo fuera de lo común y es mítico su partido final (en el séptimo partido) en la final de 1970, Willis Reed estaba gravemente lesionado, pero salió a pista de titular y anoto las dos primeras canastas de su equipo, algo que hizo que sus compañeros se multiplicaran y que al final les llevo a la victoria.

Ese día Willis Reed sirvió de inspiración a Walt Frazier, DeBuschere, Bradley y Barnett que durante la temporada regular habían sumado un récord de 60 – 22 con 18 victorias consecutivas, algo que hizo que el equipo neoyorquino coleccionara títulos individuales, MVP para Willis Reed, título de mejor manager para Holzman, y a tener a dos jugadores en el mejor quinteto de la liga, (Frazier y Willis Red) y a tres en el defensivo (Reed, Frazier y DeBuschere).

Tras ir superando rondas se plantaron en la final ante Los Angeles Lakers que tenían a jugadores del nivel de Jerry West, Wilt Chamberlain, Elgin Baylor o Dick Garret.

Lo cierto es que la serie final dejo muchos momentos para la historia porque aparte de esas dos canastas de Willis Reed roto habría que sumar el tiro de medio campo de Jerry West para empatar el tercer partido de la serie y que tras la prorroga se llevarían los neoyorquinos por 111-108 con cómo no, 38 puntos de Willis Reed.

Reed se lesionaba en el quinto partido de la serie, un partido en el que los Knicks se iban al descanso 13 abajo y con su gran estrella rota, pero el entrenador de los de la gran manzana se sacó una zona de la manga (en esa época se podía) y dejo seco a Chamberlain consiguiendo ganar por 107 a 100.

Los Knicks se iban a por el sexto partido y este les podía dar el título, pero con Willis Reed fuera Chamberlain les hizo un estropicio total y absoluto (45puntosy 27 rebotes) y los de california forzaban el séptimo y último al imponerse con claridad por 135 – 111.

Se llegaba al séptimo, con un Madison a rebosar y con unos Lakers que eran no favoritos, lo siguiente (la baja de Willis Reed era casi insuperable), pero ese 8 de mayo de 1970 apareció la magia de Willis Reed, la magia del baloncesto, los 19500 espectadores que se habían reunido para ver el partido vieron algo que a la postre seria histórico.

Nadie esperaba que Willis Reed pudiera jugar, posiblemente ni sus propios compañeros, pero Willis Reed emergió por el túnel de vestuarios, salía dispuesto a jugar pese a ir cojo, pero cojo, cojo.

Los 19500 espectadores estallaron, su ídolo estaba ahí, el speaker gritaba:

«¡Aquí viene Willis!¡El público está eufórico! Willis pasa por delante de la mesa de anotadores, toma una pelota. Los Lakers han dejado de lanzar, ¡ahora están observando a Willis!»

El partido empezó y tras un error inicial de los Lakers, Willis Reed, cojo, renqueante, a paso de tortuga llegaba el ultimo a sumarse al ataque neoyorquino, sus compañeros simplemente lo buscaban, y el respondió anotando en suspensión, el público enloquecía, y en la siguiente Willis Reed volvía a anotar.

No hizo mucho más en ese partido (en ataque porque en defensa estuvo COLOSAL), pero hizo lo más difícil, conseguir que su equipo, que sus aficionados creyeran que podían ganar, y a la vez consiguió meter el miedo a la derrota en la mente de los californianos.

Ese día Willis Reed, cojo, renqueante, jugo 27 min, y simplemente seco a todo un Wilt Chamberlain, se fue al banquillo con 61 – 37 y al final los Knicks se impusieron por un claro 113 – 99.

Tras el partido, Willis Reed decía:

«Quise jugar, eran las Finales, un momento único en tu vida. No quería tener que mirarme en el espejo 20 años más tarde y lamentarme por no haber tratado de jugar.»

Y Walt Frazier comentaba:

«Observé al equipo entero de los Lakers de pie alrededor mirando a este hombre. Cuando dejamos de calentar, algo me dijo que podíamos ganar el partido«.

Willis Reed acabaría como MVP de esas finales y si queréis leer más os recomiendo que visitéis este artículo de momentosdelbasket que es de donde he sacado mucha información para este escrito (sobre todo sobre la historia de este séptimo partido de las finales de los 70 entre los Knicks y los Lakers, os recomiendo que os lo leáis, que saboreéis cada punto y cada coma, porque da muchísima información sobre esta mítica final)

Willis Reed no solo es uno de los grandes pívots de la historia del baloncesto y de la NBA, es todo un mito en Nueva York, y es un jugador que demostró que, pese a estar roto se podía ganar no solo un partido, sino un partido que daba un título.

Ese pundonor, esa garra, ese talento es lo que le hacia un jugador especial, y leyendo y escribiendo este artículo, me ha venido a la mente, esa final four en la que Audie “The atomic dog” Norris salto a la pista con un hombro completamente destrozado, un partido que jugo con un solo brazo y aguantando el dolor tan bien como le fue posible, por desgracia no fue un caso como el de Willis Reed y al final el Barça no pudo levantar el título de campeón, pero al investigar sobre Willis Reed me ha venido a la mente esa imagen de Norris.

Willis Reed consiguió todo eso, consiguió ser el líder, el MVP de la NBA y de las finales llegando desde la segunda ronda de la NBA, no sé si es esa elección en la segunda ronda del draft el mayor robo de la historia de la NBA, pero si no lo es…debe estar muy, pero que muy cerca de serlo.

Artículo escrito por : Jordi Perramón  en twittter( @guguseti)

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del blog www.cosasdejordi.com

Corresponsal de www.fiebrebaloncesto.com para el FC.Barcelona 

Creador y presentador del podcast Flagrant Foul y de Vasketball con V

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